DOMINGO
El
domingo, fuimos a Tom’s con las
niñas, a comer un brunch por todo lo alto. Quedé llenísima. Madre mía que
cantidades de comida ponen en el plato. ¡Todo buenísimo, eso sí! Y el sitio
está muy bien, parece un museo/casa con propietario con síndrome de Diógenes.
Solo desde fuera ya puedes apreciar que es un sitio especial. Tienen música,
banderitas, lucecitas y plantas. Dentro puedes encontrar todo tipo de carteles,
fotos en las paredes, banderitas americanas y las típicas mesas con asientos
del dinner americano.
Al salir hacía un frío
horroroso, así que pensamos un plan rápido para no morirnos de congelación. Al
final nos fuimos a casa de María a jugar a juegos de mesa. Es lo bueno de vivir
con niños, que de juegos de mesa “n’hi ha per triar i remenar” como dirían en
mi tierra. Luego por la noche cogimos el metro para dirigirnos a Manhattan, al
13th Step, a probar los NACHOS COLOSALES!!! OMG, que platazo de nachos.
¡Buenisisisisisismos!
LUNES
¡Fiesta otra vez! Era Presidents
Day, y qué es el Presidents Day? Os preguntaréis. Pues es el día en el que se
recuerdan todos los presidentes, en especial a George Washington y a Abraham
Lincoln. Total, una excusa para que los niños no tengan colegio, y los
padres no vayan a trabajar. A mi solo me
tocó ayudarles por la mañana. Los llevé a Manhattan, que tenían clase de
ajedrez, y luego estuve libre todo el
día. En Manhattan quedé con Roser, que también tenía fiesta . ¿Y, cómo sobreviven dos chicas al frío neoyorkino? Pues yendo de cafetería en cafetería y de tienda en tienda. Va muy bien para conocer sitios nuevos, pero no va tan bien para el bolsillo...
¡Qué ganas
de que llegue ya el buen tiempo!
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