viernes, 27 de junio de 2014

MERMAID PARADE Y SIX FLAGS



















Para celebrar el inicio del verano, en Coney Islan montan uno de los desfiles más largos de América. La gente se disfraza de sirenas, piratas, peces... en definitiva de cualquier cosa relacionada con el mar. Siempre que decía que iría a The Mermaid Parade la gente solo tenía una palabra en la boca: Boobs!

No he ido nunca a Mardi Grass, pero me recordaba un poco a ello. Las chicas iban en topless, con el cuerpo pintado e iban lanzando al público collares de perlas de colores.

Fue una desfilada como de carnaval sin más. Gente disfrazada, carrozas y música alta. Eso sí, estaba petado, las calles, el paseo, era horroroso, no se podía andar.






El domingo nos fuimos a Six Flags! Yuuuujuuuu Cogimos un bus desde Port Autority hacia New Jersey, que nos dejaba en frente del parque de atracciones. El tiempo estaba genial por que no hacía mucho sol, pero no hacía frío, aun así me quemé...  Allí nos encontramos con gente, mucha gente! No nos pudimos subir a todo, por que las colas eran de hora, hora y media.

Aun así creo que fuimos a los más importantes, como el Superman, la Linterna Verde, el Bizzaro, etc. Aaaaaah y no nos olvidemos de la montaña rusa más alta y rápida del mundo, KINGDA KA. Os la presento:  tiene una altura de 135 metros y va a 208 km/h. Da miedito. Desde que supimos que esta atracción estaba en el parque de New Jersey quisimos subir. Pero al llegar vimos que no estaba en funcionamiento. Hasta las 4-5 no empezaron a  probarla, y a mi eso me daba mal rollo. Ru y María que son unas temerarias fueron con los ojos cerrados, pero Meritxell y yo nos lo tuvimos que pensar un poco. ¡Finalmente las cuatro nos subimos! Es muy impresionante, pero pasa tan rápido que ni te da tiempo a cagarte en los pantalones. 30 segundos de adrenalina.







miércoles, 18 de junio de 2014

NIAGARA FALLS



Este era otro viaje con Leearning Across America para conseguir los créditos. El autobús salió de Penn Station a las 7:45 y llegamos a Canadá aproximadamente a las 5:30. Nos fuimos al hotel a dejar la maletas y luego a explorar la ciudad. Los viernes iluminan las Cataratas del Niágara con luces y hacen fuegos artificiales. Yo solo me quedé a la encendida de luces, por que me moría de frio para aguantar hasta los fuegos. 

El sábado por la mañana nos llevaron en bus a la parte estadounidense para coger el barquito que nos llevaría al centro de las cataratas. La atracción se llama
Maid of the Mist, y es un barco que te acerca hasta a las cataratas del lado estadounidense y canadiense. Te dan un poncho todo cutre para no mojarte (muy útil) y te llevan hasta el medio de las cataratas, es decir, en la zona del jacuzzi, donde hay mas burbujitas. Allí es donde te mojas y donde flipas al ver lo espectaculares que son y a la velocidad que baja el agua. Es donde realmente te das cuenta de como pirada estaba Annie Edson al intentar sobrevivir a la caída de las cataratas. O que valor tenía Charles Blondin al caminar por una cuerda a 50 metros de altura por encima de las cataratas y sin ningún arnés.  Mas tarde fuimos a The Cave of the Winds. Son unas escaleritas en el lado estadounidense que te llevan por un senderito justo al lado de la catarata. Hay una parte en lo alto llamado Hurricane, es la parte en la que el agua cae con mas fuerza y te moja enterita. También te dan un poncho para que no te mojes, y unas chancletas souvenir, pero te aseguro que si vas al ultimo tramo de las escaleritas vas a acabar empapado.  Conclusión del viaje: es un sitio bonito de ver y muy impresionante. Recomiendo esta experiencia a todo el que pueda ir.   Con un día es suficiente para ver las cataratas. Se ha montado un show para el turismo alrededor de ello, pero no vale la pena. Hay tiendas, bares, casinos, museos y miles de historias más para sacarle dinero al turista, pero lo que realmente vale la pena son las cataratas.  Me gustó hospedarme en la parte canadiense por que así no me limitaba a un solo sitio. He podido hacer fotografías desde los dos lados. El canadiense es el mas urbanizado y con menos encanto, en cambio el lado estadounidense ha conservado todo mas natural, con parques, zonas de picnic...
 
Y tu, ¿Has ido a las Cataratas del Niágara?


lunes, 16 de junio de 2014

MEATBALL TEAM (JERSEY SHORE)



Protagonistas: Vanessa, Magda, Silvia, Laura, María y yo.
Aviso importante: Este post puede ser demasiado friki. Hicimos una escapada a Jersey Shore (Seaside Heights) para visitar el escenario de rodaje de la serie Jersey Shore Mtv (entre otras cosas). 

Solo fue un fin de semana, pero cuando volvimos a Nueva York parecía que habíamos estado fuera una semana entera. Dos días muy intensos, en los que nos pasó de todo. Así que no voy a contar todo el finde, sino las anécdotas o los momentos más destacados de nuestras 48 horas en Jersey.


Alquilamos una mini furgoneta y nos dirigimos hacia Jersey Shore. Llegamos al cutre motel, y... “ay amá, que fauna hay por aquí” (Maria, 2014). El motel nos recibía tal que así: una fauna de guidos y guidettes en los balcones bailando, perreando y haciendo twerking. Chicas con pantalones desabrochados, peleas de rap en la calle…muy intenso todo.

Reservamos una habitación de 4 personas, las cuales se tenían que poner una pulserita para confirmar que estaban como huéspedes del hotel. Éramos 6. Así que inventamos mil artimañas para que no nos pillaran y así no tener que pagar tanto. Por nuestra desgracia pasaron una serie de acontecimientos que nos dificultaron eso de pasar inadvertidas. La primera de todas: la habitación que nos asignaron estaba hecha un asco, así que pedimos que nos la limpiaran. Finalmente nos cambiaron de habitación, la cual olía a rayos, así que tuvimos que pedir velas, sprays y mil cosas para disimular ese olor.

...

Nos fuimos al paseo a ver a los guidos y a buscar The Shore Store, la tienda de las camisetas de la serie. Estuvimos un rato en xoc por que vimos que para pisar la arena y entrar en la playa te hacían pagar $6 por persona. Cuando nos recuperamos del xoc, fuimos a la tienda, que estaba al final del paseo (o al principio, depende de cómo se mire). Allí nos encontramos a Danny, el propietario de la tienda y antiguo jefe de los participantes de la casa. Un imbécil en el primer momento. Vimos que hacían tours a la casa del programa, que esta justo detrás de la tienda, pero no estábamos dispuestas a pagar $10. Estuvimos mirando diseños de camisetas, por que evidentemente queríamos una cada una, a poder ser la de Team Meatball (equipo albóndiga), pero los diseños de esta no nos acabaron de gustar, así que nos esperamos por si encontrábamos en alguna otra tienda alguna que nos gustara más. El paseo estaba plagado de estas tiendas de camisetas, de tiendas de souvenirs y de chiringuitos de feria y de comida. 







Nos entró hambre y pedimos la pizza mas grande del mundo, a la que casualmente no le hicimos una foto. Luego compramos palmeritas cutres, con las que podías rellenar granizados de todo tipo por tan solo $2. Estuvimos un rato apalancadas al paseo y luego nos dirigimos al motel. Como teníamos que emplear nuestro juego del despiste para no entrar las seis de golpe en la habitación, por el camino nos paramos en Karma y Bambú. Esas eran las discotecas a las que luego queríamos asistir (igual que los integrantes del programa).


Finalmente entramos todas en la habitación (por turnos) y por sorpresa nuestra nos dimos cuenta que la puerta del baño estaba cerrada con pestillo. Muy extraño todo. ¡Suerte que no queríamos llamar la atención! Silvia y Magda se fueron a dar un paseito y nosotras llamamos a los de mantenimiento. Después de que un señor aporreara la puerta sin éxito, que llamara de refuerzos a un gigante y de que al final el primer señor usara rayos empequeñezedores y entrara por la ventana del baño… la puerta finalmente se abrió. Nos dieron un papel de váter extra por las molestias y se despidieron. Todos unos gentleman. Cuando se fueron hicimos el sorteo de las camas. Al ser seis dos tenían que dormir en colchonetas, y las afortunadas fueron….. Silvia y Maria. 
...

Cenamos. Nos vestimos. Y para Karma que nos fuimos (por turnos, como no). Llegamos a Karma y estaba un poco muerto, bueno mucho. Yo me esperaba una manada de guidos, bailando con el puño en alto, pavoneándose para ligar con cualquier cosa que se moviera. Pero no. Se ve que escogimos el peor día para ir a Karma. Allí nos dijeron que con la entrada ($10) también podríamos ir a Bambú, así que allí fuimos. Pero no nos dejaron entrar por que no aceptaban dni, solo pasaportes. No ambiente en Karma, no entrada en bambo? A reclamar dinero. Y nos lo devolvieron. Como queríamos fiesta nos fuimos al paseo, y entramos en el bar Spicy, que es en el bar donde pegaron a Snooki. Allí estuvimos hasta que cerraron y luego para el hotel. Por turnos, claro que si. 






...



El domingo queríamos hacer día de playa total. Fuimos al paseo a desayunar y luego a comprar las camisetas. Como no habíamos encontrado las que queríamos en ninguna otra tienda, tuvimos que volver a The Shore Store. Por nuestra sorpresa Danny se había levantado con el pie derecho. Nos atendió super amablemente, nos hicimos una foto con el (todo muy friki si, pero yo ya he avisado), Maria se compró media tienda, y gracias a eso nos dejaron el tour a mitad de precio. ¡¡ENTRAMOS EN LA CASA DE JERSEY SHORE!! Muy fuerte todo. Y muy friki también. Nos enseñaron toda la casa, las habitaciones, nos hicimos fotos con el teléfono pato, fotos en el confesionario, en la cocina... Realmente la casa es una mierda, pero hace mucha gracia entrar si has visto la serie.  









Como ya he dicho, queríamos hacer día de playa. Así que aquí empieza la aventura. No teníamos pensado pagar $6 para entrar, pero nos dijeron que si seguíamos el paseo en coche encontraríamos un trozo de playa en el que te hacían pagar $10 por vehículo. Cogimos el coche y siguiendo el paseo encontramos una playa rollo Pals. Aparcamos, y todas flipadas que íbamos con las colchonetas y todo, el niño de la entrada va y nos dice que vale $10 por persona. WTF! Y un cartelito al lado que pone: saltar las dunas conlleva una multa de $1000 (o algo así). Total que perdemos la esperanza de pisar una playa. Abortamos la misión y cambiamos de plan. Cogemos el coche otra vez y PAM! Encontramos la playa de $10 por coche. Pagamos. Seguimos todo recto y nos metemos por donde parece que es la entrada de la playa. Y…PAM! El coche se queda atrancado en la arena. No era la entrada de la playa de $10 por coche. Unos hombres nos ayudan a sacar el coche. Todo muy divertido y muy cómico. Cuando parecía que ya no pisaríamos una playa. PAM, PATAMAM! Encontramos la playa, el parking, la arena y las gaviotas incluidas.  Yuuuuuujuuuuuu



Pasaron mil y una cosas más. Cosas que me hubiera gustado que mis compañeras de viaje hubieran escrito. Pero ya se sabe como es esto. ¡Malditas!

¡Gracias por regalarme un fin de semana tan genial!