La verdad es que no se que expectativas
tenia de este lugar, pero el sitio no me gustó demasiado. A lo mejor es por que
hacía frío, por que llovió y no pudimos aprovechar la playa o por que el sitio
está miserablemente cuidado…pero Atlantic City no creo vuelva a verme por sus
calles.
Cogimos el bus en Port Authority
y nos dirigimos a Atlantic City, como ya he dicho el tiempo no acompañaba
mucho. Llegamos justo para la hora de comer, así que buscamos un sitio.
Finalmente entramos en uno de esos dinners donde los camareros se ponen a “bailar”
(si a eso se le puede llamar bailar) cuando suena una canción en particular.
Luego nos fuimos al paseo y a la
feria. Jugamos a los camellos, con el distintivo de que aquí son
surfers. Nunca gano en este tipo de juegos, pero esta vez no fue así. ¡Me llevé
el premio! Pero no tenían ni un solo muñeco decente, en serio. Cogí una jirafa
(por presión social), su cara me perturbaba y la fui a devolver, escogí una
mariquita, pero la volví a cambiar… ¡Maldita presión social! Luego me quedé con
dos pingüinos, los cuales rogaban su muerte, así que los abandoné en el
hotel.
…
Con el ticket del bus nos dieron
una tarjeta de 25 dólares para gastar en el casino. Decidimos probar suerte,
pero la suerte estaba ocupada en otro sitio. Vete a saber donde. Como consejo
(nosotras lo pensamos demasiado tarde), es mejor retirar el dinero a tiempo y
quedarte con él. ¡Eso que te ahorras del ticket de bus! O puedes usar ese dinero para salir de fiesta
más tarde…
…
Después de ir a cenar a un
italiano muy rico salimos de fiesta. Probamos en una discoteca donde fuera tenían
el cartel de “dress to impress”. Nos dejaron entrar. ¡Bien! Pero el precio era
20, o 25 (ahora no me acuerdo bien) dólares por persona. Tal como entramos nos
dimos la vuelta para buscar un sito gratuito. Encontramos un bar super molón,
con mucho ambiente y con una Snooki beltza que bailaba al puro estilo Jersey
Shore. Allí estuvimos hasta que cerraron y luego nos fuimos para el hotel.