Los niños no tenían clase esa semana, así que
intenté organizar playdates con otras niñeras. La mayoría de las au pairs
tenían vacaciones así que era un poco complicado encontrar a alguien conocido
para quedar. Eso fue una excusa genial para poder volver a ver a Andrea y sus
niños. Hacia mucho que no quedaba con ella, así que hemos decidido intentar
vernos algún fin de semana para ir a Manhattan.
Los días pasaron rápido, y llegó el día de
navidad. En casa teníamos invitados, así que ayudé a recoger y organizar para
tenerlo todo preparado para cuándo llegasen. Luego me dejaron tiempo para
arreglarme para la cena. Los invitados llegaron y empezó el gran banquete.
Comimos de pié junto a la mesa de la cocina, había muchísima comida. Para beber
teníamos cava y ponche de huevo. Me hizo mucha gracia probar el ponche de
huevo, ya que lo había visto en numerosas películas americanas.
Ponche de huevo
El panorama era
tal que este: mayores cenando y bebiendo alrededor de la mesa de la cocina, y
los niños en el comedor cenando pizza y adorando a su dios llamado ipad. Luego
los niños se fueron a jugar al playroom. Los mayores nos sentamos en el sofá, cerca de la chimenea y del árbol de navidad para tomar el postre.
Más tarde fue hora de ir a dormir, ya que Santa Claus tenía que hacer una
visita a nuestra casa. Y ya sabéis, si estáis despiertos Santa Claus no viene.
Por la mañana Santa Claus había dejado el
comedor y todo alrededor del árbol lleno de regalos. Los niños se pasaron toda
la mañana abriendo regalos, en serio. Aquí os dejo los que les compré yo, por
si puede servir de inspiración para futuras compras navideñas.
Para los padres: álbum de fotos familiar con
fotos de los niños ellos y yo.
Para mis dos niños: un conjunto de piezas
lego con las que puedes montar hasta 6 figuras diferentes y va con luces led de
colores (escogí el mismo regalo para los dos por que el pequeño siempre quiere
lo mismo que el mayor). Y el juego de Spot it! para jugar todos juntos.
Para el bebé: Epi parlanchín.
Para la mujer que limpia la casa y para la
niñera del bebé: una postal de navidad y Ferrero Rocher. Me caen muy bien, y
siempre se portan genial conmigo, así que quise darles un detallito.
Los niños tuvieron faena abriendo regalos por
un buen rato, a parte de los de Santa Claus que ocupaban todo el suelo
alrededor del árbol, también tenían los míos, y los que había dentro de los
calcetines gigantes colgados de la chimenea.
Santa Claus se portó tan bien que hasta yo
tuve regalos! Yuujuu Me regalaron unas botas Timberland (las cuales tienen que
cambiar por que Santa Claus llamado Amazon se equivocó de modelo y talla), una crema de manos perfumada, turrón y palomitas
recubiertas de caramelo y chocolate. En serio, es lo mejor que he probado en mi
vida, están buenísimas. La niñera que cuida al bebé me regalo unos pendientes y
una postal de navidad.
Regalos y Pluto haciendo twerking
From Santa Claus to Jess
Después de abrir los miles de regalos y de
jugar un poco con cada uno, nos dirigimos a casa de sus mejores amigos, a
seguir abriendo regalos con los niños. Allí también Santa Claus dejó algo para
mi! Que ilusión :) Me regalaron una funda de piel para el iphone. Estuvimos
allí viendo como los niños abrían más regalos, jugando y desayunando como
reyes.
¿He sido buena?
Luego nos fuimos a casa para poder hacer las
maletas, y acabar de comprar todo lo que necesitábamos para el viaje. Si, si!!
Navidades de vacaciones. La mañana siguiente nos íbamos para México!
Yuuuujuuuuuu
Siempre he querido saber a qué sabe el ponche de huevo!! Te gustó? jaja
ResponderEliminarSaludos
No sabría describirte a que sabe, pero sí, me gusto! Es cremoso y fuerte a la vez por el licor que le echan.
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