El fin de semana, como ya os comenté, lo pasamos en las Vegas y en el Grand Canyon. El sábado por la mañana nos fuimos al aeropuerto a recoger a Valeria y de allí ya cogimos carretera dirección Las Vegas. Para que os imaginéis la situación del roadtrip:
Esta canción sonando:
Carreteras largas, infinitas.
Paisaje desierto.
Matojos secos rodando, al puro estilo viejo
oeste.
Pues imagínate esto durante 4 horas, que es
lo que duró el viaje. Llegamos a las Vegas por la tarde. Dejamos las cosas en
el hotel y nos fuimos a pasear por el Strip, que es la calle principal de Las
Vegas, donde están todos los casinos y hoteles. Nos subimos a Stratosphere,
este hotel tiene forma de torre, y arriba de todo tienen bar y atracciones. Nos
subimos a una que te dejaba colgando fuera del edificio por unos segundos.
¡Unas vistas impresionantes!
Después de patearnos casi toda la calle
principal nos fuimos a una fiesta en Aria, pero no nos acabó gustando el rollo
así que nos dirigimos al casino a jugar a las maquinitas. No jugamos a las
mesas de Black Jack, por que las apuestas mínimas no estaban pensadas para el
sueldo de au pair. Mientras jugábamos a las tragaperras las camareras nos
ofrecían cualquier tipo de bebida totalmente gratis. Complimentary drink. Fuck
yeah!
Por la mañana nos preparamos para otras 4
horas de coche para ir al Grand Canyon. Así que Ctrl + C y Ctrl + V de la
situación anterior en el roadtrip. Llegamos al Grand Canyon, y…..OMG! Genial,
es precioso, es tan grande y espectacular. Vale mucho la pena ir. Me hubiera
gustado quedarme más rato allí para poder disfrutar de las vistas, pero
sabíamos que teníamos 4 horas más de camino para ir a las Vegas así que
estuvimos el tiempo justo.
En el Grand Canyon (al menos en la zona que
fuimos nosotras) había zonas establecidas con barandillas para los turistas,
pero vimos a gente en una roca muy guay y allí que nos fuimos.
Después de alucinar con las vistas, y de
hacernos 1.500 fotos nos dirigimos otra vez a las Vegas. Allí pasamos otra noche , turisteando por los
hoteles y casinos que aun no habíamos visto
y jugando a las maquinitas. Me gustaría volver a Las Vegas, no es por que me
haya quedado algo pendiente para ver, por que las Vegas se puede ver en un fin
de semana tranquilamente. Pero el echo de tener que conducir por la mañana para
ir al Grand Canyon y después a Los Ángeles nos hizo disfrutar menos de la
estancia.
Jess,